LA PRESIDENTA DE LA FUNDACIÓN, INVITADA AL ARRIADO DE BANDERA DE LA FRAGATA “INFANTA CRISTINA”
Cuarenta años y 3 meses después de recibir su bandera de combate en el puerto de Alicante, junto a su gemela “Infanta Elena”, el patrullero de altura de la Armada “Infanta Cristina”, realizó su última visita a Alicante antes de recalar en Cartagena, donde se procederá a darle de baja en la lista de buques de la Armada española.
El pasado día 19 se procedió a realizar el arriado solemne de bandera, a los sones del Himno Nacional y el cántico de la tradicional oración de esta ceremonia con la presencia del Comandante Naval de Alicante, Joaquín Vegara Jiménez, del Comandante de las Unidades de Acción Marítima de Cartagena, Juan Carlos Pérez Guerrero y del Comandante del buque, capitán de corbeta, Ramón Cerdán Guitart, junto a otras autoridades e invitados entre los que figuraba María López.
El “Infanta Cristina” forma parte de un lote de nuevo buques gemelos que se construyeron en los astilleros de Cartagena y Ferrol, de los que seis pasaron a formar parte de nuestra Marina y otros dos se vendieron al exterior, realizándose su botadura en 1977 y siendo entregada a la Armada española el 24 de noviembre de 1980 en una ceremonia celebrada en Cartagena.
Durante su actividad, éste buque fue bautizado por la marina de los Estados Unidos como “la hormiga atómica” dado su armamento y maniobrabilidad. El mismo, tiene una fuerte relación con nuestra ciudad dado que en junio de 1983 y en presencia de toda la Familia Real, recibía de manos de la Infanta que le dio nombre, su bandera de combate.
El “Infanta Cristina” ha realizado misiones durante la guerra del Golfo en 1991, ha participado en el conflicto del Líbano en 2008, en la Operación Atalanta contra la piratería en aguas del Cuerno de África y en la Sea Guardian en el Mediterráneo contra el terrorismo, amén de maniobras en Sudamérica entre otros numerosos servicios.
A modo de despedida, todos los asistentes que acudieron al acto, pudieron conocer de primera mano todos los pormenores del barco y darle su adiós en su última singladura antes de su desarmado y desmantelamiento definitivo.